La soledad no deseada es una realidad cada vez más presente en nuestra sociedad y puede afectar significativamente la calidad de vida de muchas personas, en especial a quienes por determinados factores tienen o menos oportunidades de interacción social. Diversos estudios han identificado una relación entre esta soledad prolongada y el riesgo de padecer ciertas dolencias, como el deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares, y el envejecimiento acelerado. Aunque la soledad no es necesariamente la causa de estas enfermedades, sí puede contribuir a agravar sus efectos.
Farmazia Lagunkoia; un enfoque comunitario para el bienestar de las personas mayores
Este año, han concluido los tres pilotajes del programa, y actualmente el equipo de Euskadi Lagunkoia está trabajando en el diseño de una estrategia de escalabilidad para que otros municipios interesados puedan replicar esta experiencia. Esta iniciativa busca incentivar la participación comunitaria de diversos agentes como las farmacias, servicios sociales y de salud y Grupo Promotor de amigabilidad para detectar necesidades, compartirlas y trabajar de forma conjunta en el desarrollo de acciones que den respuesta a las mismas.
Euskadi Lagunkoia, en colaboración con el Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, ha liderado este innovador proyecto piloto en los municipios de Alegría-Dulantzi, Barakaldo y Aretxabaleta. En cada localidad, se ha examinado la mejor forma de intervención, la respuesta de la comunidad y la cooperación con los servicios sociales locales, destacando la importancia de la red de farmacias en el fortalecimiento del bienestar comunitario.
Gracias a la difusión en los medios de comunicación, la ciudadanía ha tenido la oportunidad de conocer, a través de los testimonios de personas participantes involucradas, los beneficios y elementos clave de este programa. Esta visibilidad ha permitido comprender mejor su impacto positivo en la comunidad. En el caso de la entrevista concedida a Euskadi Irratia, la farmacéutica Amaia Angulo de la Farmacia Angulo Arce de Alegría-Dulantzi, nos cuenta que con esta iniciativa “las farmacias se encuentran más cerca de los Servicios Sociales, el contacto es directo” y añade que “las farmacias ofrecen confianza, sin tiempos de espera, ni cita previa, sin prisas, aportando calidez y cariño a las personas que acuden.”
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Marta Moreno, técnico de Euskadi Lagunkoia nos indica que esta iniciativa se ha desarrollado en 3 municipios donde se busca “la coordinación socio-sanitaria para que las personas mayores de los municipios conozcan de primera mano los servicios que se ofrecen desde el departamento de Servicios Sociales de los respectivos Ayuntamientos”.
Existen numerosos recursos y vías para ayudar a las personas en situación de soledad no deseada; sin embargo, llegar al usuario final o que este dé el paso para ser atendido no es tan fácil. Es vital que las personas se sientan protegidas y sientan la cercanía.
Ana Fernández, enfermera del Centro de Salud La Paz de Barakaldo nos comenta que “el objetivo del personal médico y de enfermería es que la ciudadanía conozca de primera mano los recursos existentes y puedan hacer uso de los mismos” y puntualiza que “las farmacias amigables nos ayudan a conseguir este objetivo”.
En cada municipio el procedimiento es distinto, ya que todo se adecúa a los usos y costumbres y la idiosincrasia de cada lugar. En los municipios de menos habitantes o de entorno rural la coordinación se realiza de manera casi informal; al contrario, en las ciudades como Barakaldo, es necesario determinar unos protocolos específicos.
En la entrevista de Radio Euskadi, Juan Albarran, coordinador de Farmacia Lagunkoia; Leire Andraca, de la Farmacia Andraca de Cruces; yJudit Aldeguer, enfermera comunitaria de la OSI Araba; Han explicado los aspectos fundamentales y los aportes positivos de este proyecto.
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Tal y como han comentado, las farmacias tienen un papel activo en la comunidad. Leire Andraca explica que “antes detectábamos situaciones de vulnerabilidad en las que intentábamos mediar con los familiares; Ahora, mediante los nuevos protocolos, nos permite ser un altavoz y acudir directamente a los servicios sociales”.
El proyecto nació mediante procesos participativos en los que toman parte personas mayores y diversos agentes sociales. Judit Aldeguer explica que “el trabajo colaborativo entre los servicios sociales y la atención primaria de los centros de salud y la farmacia permite que las necesidades se aborden de una manera más integral.” Y añade que “la participación de las personas mayores en los procesos participativos es vital porque es necesario trabajar con ellos”.
A través del diálogo se detectan las necesidades de las personas mayores. Juan Albarrán, indica que “mediante esta iniciativa se pueden detectar las necesidades de las personas mayores en torno a la soledad no deseada, en torno al desconocimiento de los recursos que existe para favorecer el bienestar de las personas mayores (…) esto nos permite que entre todos los agentes se dé respuesta a los problemas existentes”.
La labor de las farmacias en conexión con la comunidad, desde donde se realiza una escucha activa y proactiva, juega un rol fundamental en la detección temprana de estas necesidades. Gracias a su implicación, es posible identificar y abordar situaciones de soledad y desconocimiento de recursos, fortaleciendo así el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores en la comunidad.
Andrea Pozo, integrante del equipo de Farmacia Lagunkoia, ha acudido al programa "Hemen Debagoiena", para explicar el proyecto desde sus inicios hasta hoy en día. "El proyecto comenzó en el año 2019-2020 gracias a una propuesta realizada por Donostia Lagunkoia y apoyada por el Consejo de Farmacéuticos del País Vasco". A continuación, ha explicado los 3 proyectos piloto que se han llevado adelante en Alegría-Dulantzi, Barakaldo y Aretxabaleta, y se ha centrado en este último. "En Aretxabaleta se ha visto claramente que la coordinación y la comunicación entre las farmacias y los Servicios Sociales del Ayuntamiento son impresdincibles".